
Las emociones. Tan culpables de nuestro sufrimiento como de las mejores experiencias de la vida. Pero, ¿Qué son? ¿En qué consisten exactamente?
– ¿Puedo controlarlas? ¡Quiero controlarlas!
– ¿Mejor ser emocional o racional? ¿Tomo decisiones con la cabeza o con el corazón?
– Quiero dejar de sentir algo.
– … Ya no siento lo mismo.
– ¿Es malo sentir esto?
Estas son algunas de las dudas que suelen aparecer en terapia.
Y para contestar a cada una de ellas, primero debemos conocer QUÉ son las emociones y CÓMO funcionan.
Si yo te pregunto ¿qué son las emociones? Probablemente me respondas alguna descripción vaga que haga referencia a sensaciones, impresiones o sentimientos ¿no?
Pero, algo que sentimos tan frecuentemente, casi a cada instante del día y desde hace tanto tiempo, desde que nacemos, ¿no sería lógico tener un buen conocimiento y poder dar una buena definición que responda a QUÉ SON LAS EMOCIONES?
No te preocupes, es lógico. La mayoría de nosotros conocemos cómo las experimentamos, pero nos cuesta expresarlo. Es como si te pregunto ¿a que huele un limón? Todas las respuestas son correctas y la mayoría diferentes.
Y esto una de las características más definitorias de las emociones:
– Dos personas no sienten una misma emoción nunca –
Imaginemos una pareja de novios en el cine.
Han decidido ver una película de terror.
Bueno, ella lo ha decidido, él ha aceptado pues no es su género favorito.
Ella lo encuentra estimulante y en ocasiones incluso gracioso.
Él aún recuerda las noches sin dormir por culpa de Freddy Krueger.
Comienza una escena en la que percibimos una atmósfera diferente.
Las imágenes son sombras oscuras inquietantes.
Los cambios de secuencia rápidos dejan ver objetos extraños y alarmantes.
La cámara graba en primera persona.
La música sube, tanto, que ¡el suelo vibra!…
Se acerca el momento… un sórdido silencio… y …
¡PAM!
Tras darte un buen susto la siguiente escena deja ver a un ente horripilante que te atormentará durante el resto de la película… (y esperemos que no te acompañe toda la noche).
¿Cómo crees que se sienten nuestros amigos? Quizá tampoco alcances a saberlo con precisión, pero entiendes que no están experimentando las mismas emociones.
Ella, después de reaccionar ante el susto se ríe a carcajadas.
Él, tiembla, se ha tapado los ojos con las manos y no ve el momento de volver a mirar la pantalla.
No sienten lo mismo y obviamente tampoco piensan lo mismo.
¡Ajá! Otro dato curioso:
– Nuestras emociones conducen nuestros pensamientos –
¿Porqué ocurre esto?
El miedo es una de las emociones más básicas y aun siendo así nadie lo experimenta igual, ni siquiera ante las mismas situaciones.
Y si bien hemos dicho que las emociones pueden determinar nuestros pensamientos, también sería justo afirmar que:
– Nuestros pensamientos determinan nuestras emociones –
En el caso de nuestra pareja, ambos entraron al cine predispuestos de distintas maneras debido a sus creencias basadas en sus propias experiencias previas.
Los que saben hacer buen cine de terror tratan de que sus películas sean estimulantes tanto física como emocionalmente. Pero cada cual transforma, entiende o da sentido a esos estímulos de formas diferentes, dependiendo principalmente de nuestros sentimientos nacidos de experiencias anteriores.
Hay quién dice que ver películas de terror es casi como tener un orgasmo ¡Imagínate!
Es preciso diferenciar dos aspectos básicos para entender las emociones
1) La expresión emocional
2) La experiencia emocional
La expresión emocional es una característica de las emociones observable, medible y cuantificable.
Algunas se deben a la activación del Sistema Nervioso Autónomo como la sudoración, la aceleración del ritmo cardiaco, producción de saliva, etc. Otras son más elaboradas y observables como el llanto, la risa, los gritos, la expresión facial o corporal.
Pero no lo es todo, de hecho, diferentes emociones tienen expresiones similares, por ejemplo ansiedad e ira, tienen respuestas corporales parecidas. Y ¿no son lo mismo no? Entonces, ¿qué las hace diferentes?
– La experiencia emocional – es la respuesta.
La experiencia emocional se podría definir como << El estado mental consciente en presencia de una emoción>>, es único y sólo lo alcanza a conocer quién lo experimenta.
Una de las Teorías actuales con más apoyo científico es la de Kristen Lindquist, investigadora de la Universidad de Harvard.
La científica plantea cómo somos capaces de atribuir significado al ver a una persona con la cara congestionada y latiéndole el corazón a toda prisa.
¿Está enfermo? ¿es un síntoma físico? o ¿está abatido a causa de subir deprisa las escaleras?
En un primer momento se produciría una relación automática basada en nuestras experiencias previas (La expresión emocional)
Para los más curiosos: El sistema cerebral encargado de esta respuesta es el Sistema Límbico (Amígdala, hipotálamo, hipocampo, cíngulo anterior, ínsula y ganglios basales)
Posteriormente se produce una evaluación cognitiva de las circunstancias actuales, para interpretar qué emoción podría estar sintiendo. (La experiencia emocional)
Esta función requiere de áreas cerebrales más complejas como el Cortex Prefrontal y el Cerebelo.
Volvamos a nuestro ejemplo inicial. ¿Recuerdas a la pareja del cine?
Esta es la razón por la que sabemos o podemos inferir que ambos sentían cosas diferentes.
Saber esto, es importante para ti
Saber que no sólo existe un único centro de la emoción en tú cerebro es importante para ti a la hora de entender la relación de las emociones con muchos otros aspectos de tu vida: cómo tomamos decisiones, la formación de lazos y vínculos afectivos o en tener o no motivación.
Muchas de las estructuras implicadas en la emoción forman parte también de circuitos cerebrales encargados de otras funciones. Por ejemplo, es ampliamente conocida la interacción entre el olfato, la emoción y la memoria.
Los sentimientos de dolor o desagrado toman un papel relevante a la hora de aprender qué o quién evitar en un futuro.
Interesante ¿verdad?
Quizá esto te haga cambiar la forma dicotómica de entender las emociones. Buenas o malas. No sé tú, pero yo agradezco tener un sistema de alerta que me avise de que algo no me va a gustar en el futuro porque no me gustó en el pasado (Sistema Límbico). Y ¡OJO! Siempre dando cabida a la reinterpretación de la experiencia emocional dadas las circunstancias actuales (Cortex Prefrontal).
Ser capaces de reconocer, etiquetar y aceptar las emociones se ha estudiado como un factor determinante en el buen funcionamiento cotidiano y de bienestar general.
Se han encontrado disfunciones relacionadas con el sistema emocional en diversos problemas o patologías como los trastornos de ansiedad, depresión, dependencia emocional, euforia excesiva, TDAH, TEA, etc. También en lesiones cerebrales, demencias o a causa de sustancias psicoactivas. Incluso guardan estrecha relación con procesos personales concretos como el duelo o el TEPT (Trastorno de estrés postraumático).
Y ahora… ¿ya sabes por qué te sientes cómo te sientes?
Si no es así te aconsejo que valores pedir ayuda. La psicoterapia suele ser muy efectiva.
Normalmente enseñamos a las personas a reconocer y aceptar cómo se sienten, controlar sus sensaciones físicas y/o ayudarles a cambiar la forma en que las experimentan, evalúan y gestionan.
Puedes contactar conmigo para cualquier duda o consulta.